miércoles, 6 de noviembre de 2019

Propuestas ecológicas: Moda ecológica.

Toda aquella ropa fabricada sin comprometer los recursos de futuras generaciones y que tenga como principio fundamental el respeto por el medio ambiente así como por el trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso
Empecemos por el principio. La palabra moda nos lleva inevitablemente a la idea de algo efímero o pasajero; de hecho podemos decir que el concepto moda en el ámbito de la ropa conlleva una obsolescencia programada. Por eso la unión del sustantivo “moda” con el adjetivo “sostenible” suena a contradicción.
La moda sostenible no es una tendencia para un par de temporadas, tiene la clara vocación de perdurar en el tiempo y frenar el impacto que la industria de la moda está dejando en el planeta y en la sociedad. No podemos olvidar que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta y una de las que produce bajo las condiciones laborales más abusivas.
La moda sostenible o slow fashion se caracteriza por cumplir diversos factores o criterios en sus procesos de fabricación que la distinguen de la moda convencional o fast fashion. Los explico a continuación:
  1. Uso de MATERIALES naturales, de origen orgánico, regenerados o reciclados. Las fibras naturales son biodegradables por lo que, cuando termina su vida útil, en lugar de convertirse en residuo pueden volver a la naturaleza y servir de alimento para la misma. Los materiales reciclados usan residuos como materia prima por lo que se consideran sostenibles. Si te interesa conocer más sobre el algodón orgánico en este post te explico más.
  2. Ecodiseño. Diseños pensados para aprovechar al máximo los tejidos y para crear productos fácilmente reciclables. Se trata de evitar cremalleras, botones, apliques o uso de materiales que hagan difícil su desmontaje y que sean de degradación lenta.
  3. Condiciones laborales justas. Tener un control sobre las condiciones de seguridad y dignidad en el salario de los trabajadores es responsabilidad de la marca. También lo es evitar el trabajo infantil.
  4. Minimización de la huella de carbono. O lo que es lo mismo, la cantidad de CO2 que se emite en la fabricación y trasporte de las prendas. Cuanto más cerca del consumidor final se haya fabricado el producto y menos proceso de industrialización tenga, menor será la huella de carbono.
  5. Reducción de químicos que se usan para crear y tratar la materia prima y los tejidos que terminan contaminado tierra, aire y agua. Los tintes, los tratamientos para retardar la llama o la curtición de pieles son procesos agresivos y altamente contaminantes. Existen alternativas más naturales y no tóxicas para estos procesos.
  6. Upciclyng o crear una nueva prenda partiendo de material residual y dando como resultado una prenda de mayor valor.
  7. Embalajes con el mínimo impacto medioambiental. Evitar el plástico de un solo uso y reducir el embalaje al mínimo es un plus de sostenibilidad.
Algunos de estos criterios se cumplen sólo comprando ropa y calzado hecho en España o Europa. La proximidad garantiza una mínima huella de carbono y el marco legal asegura unas condiciones laborales dignas. También se puede considerar sostenible la ropa reciclada o la de segunda mano.


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