miércoles, 6 de noviembre de 2019

Greta Thunberg

Greta Thunberg, la joven activista sueca contra el cambio climático. Solo esta niña, con su chubasquero amarillo y su pancarta de cartón, se ha atrevido a criticar los pomposos discursos sobre el cambio climático de los grandes de este mundo y decir que es solo palabrería vacía.
Todo empezó el pasado 16 de agosto en el centro de Estocolmo, cuando quedaban 20 días para las elecciones generales en Suecia. Greta decidió sentarse en el pavimento de la plaza de Mynttorget, frente a la fachada del Riksdag, el Parlamento sueco, con una pancarta en la que había escrito tres palabras: “Skolstrejk for Klimatet” (huelga escolar por el clima).
Sus padres, la célebre mezzo soprano Malena Ernman y el actor Svante Thunberg, pensaban que su ocurrencia iba a durar dos horas, justo hasta la hora de comer. Pero no fue así. Greta siguió saliendo cada día para permanecer sentada durante jornadas de siete horas. Pasaron las elecciones y la niña ha seguido apostandose frente al Parlamento cada viernes. Su lucha no tenía una intención electoralista, como muchos pensaron, sino que persigue que todos los gobiernos tomen medidas drásticas para reducir las emisiones de efecto invernadero. 
Su desafío ha traspasado las fronteras del país escandinavo y ha dado vida a un movimiento juvenil de proporciones mundiales. Siguiendo la estela de la pequeña Greta, decenas de miles de estudiantes se manifiestan cada viernes en unas 300 ciudades de todo el planeta. Aunque la niña rechaza adherirse a ninguna organización ecologista, su acción  ha inspirado el nacimiento de plataformas como Fridays For Future, que promueve las concentraciones de los viernes, Juventud X el Clima o Extinction Rebellion, un movimiento de acción directa no violenta que bloqueó el centro de Londres el pasado 17 de noviembre.
La preocupación de la activista sueca por el cambio climático ya se manifestó hace cinco años, cuando solo tenía 11 años de edad y un profesor puso en clase unos impactantes vídeos sobre los efectos del calentamiento global. A sus compañeros de clase la conmoción les duró algunos días pero ella se sumió en una depresión que le hizo perder el apetito durante al menos dos meses. Adelgazó 10 kilos.
Greta está diagnosticada de síndrome de Asperger, un trastorno del espectro autista que merma las habilidades sociales, por lo que le cuesta exteriorizar esta enorme sensibilidad. Aún así ha tenido que vencer su miedo escénico para ponerse en varias ocasiones ante numerosos líderes mundiales y cantarles las cuarenta.
Así lo hizo en una sesión plenaria de la última Cumbre Climática de Naciones Unidas, celebrada en Katowice (la COP24), donde no le tembló la voz cuando lanzó dardos tan duros como estos: “Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y sostenible porque tienen demasiado miedo a no ser populares. Dicen que aman a sus hijos por encima de todo pero les están robando su futuro ante sus propios ojos”.
Con la misma determinación se enfrentó a los líderes políticos y económicos reunidos en la cumbre anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza): “Nuestra casa está en llamas. Les gusta presumir de su éxito pero su éxito financiero ha tenido un precio inimaginable y, en cuanto al cambio climático, debemos reconocer que hemos fracasado. Quiero que entren en pánico”. Sin embargo, en este discurso ofreció un destello de esperanza: “Aún hay tiempo para cambiarlo todo”.
Greta Thunberg simboliza la indignación de los jóvenes que se dan cuenta de que sufrirán las consecuencias del cambio climático en mayor medida que sus padres o sus abuelos. Ellos pagarán cara la inacción de las generaciones anteriores que pudiendo frenar la catástrofe, no lo están haciendo por codicia,  miopía, o indiferencia.

Propuestas ecológicas: Moda ecológica.

Toda aquella ropa fabricada sin comprometer los recursos de futuras generaciones y que tenga como principio fundamental el respeto por el medio ambiente así como por el trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso
Empecemos por el principio. La palabra moda nos lleva inevitablemente a la idea de algo efímero o pasajero; de hecho podemos decir que el concepto moda en el ámbito de la ropa conlleva una obsolescencia programada. Por eso la unión del sustantivo “moda” con el adjetivo “sostenible” suena a contradicción.
La moda sostenible no es una tendencia para un par de temporadas, tiene la clara vocación de perdurar en el tiempo y frenar el impacto que la industria de la moda está dejando en el planeta y en la sociedad. No podemos olvidar que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta y una de las que produce bajo las condiciones laborales más abusivas.
La moda sostenible o slow fashion se caracteriza por cumplir diversos factores o criterios en sus procesos de fabricación que la distinguen de la moda convencional o fast fashion. Los explico a continuación:
  1. Uso de MATERIALES naturales, de origen orgánico, regenerados o reciclados. Las fibras naturales son biodegradables por lo que, cuando termina su vida útil, en lugar de convertirse en residuo pueden volver a la naturaleza y servir de alimento para la misma. Los materiales reciclados usan residuos como materia prima por lo que se consideran sostenibles. Si te interesa conocer más sobre el algodón orgánico en este post te explico más.
  2. Ecodiseño. Diseños pensados para aprovechar al máximo los tejidos y para crear productos fácilmente reciclables. Se trata de evitar cremalleras, botones, apliques o uso de materiales que hagan difícil su desmontaje y que sean de degradación lenta.
  3. Condiciones laborales justas. Tener un control sobre las condiciones de seguridad y dignidad en el salario de los trabajadores es responsabilidad de la marca. También lo es evitar el trabajo infantil.
  4. Minimización de la huella de carbono. O lo que es lo mismo, la cantidad de CO2 que se emite en la fabricación y trasporte de las prendas. Cuanto más cerca del consumidor final se haya fabricado el producto y menos proceso de industrialización tenga, menor será la huella de carbono.
  5. Reducción de químicos que se usan para crear y tratar la materia prima y los tejidos que terminan contaminado tierra, aire y agua. Los tintes, los tratamientos para retardar la llama o la curtición de pieles son procesos agresivos y altamente contaminantes. Existen alternativas más naturales y no tóxicas para estos procesos.
  6. Upciclyng o crear una nueva prenda partiendo de material residual y dando como resultado una prenda de mayor valor.
  7. Embalajes con el mínimo impacto medioambiental. Evitar el plástico de un solo uso y reducir el embalaje al mínimo es un plus de sostenibilidad.
Algunos de estos criterios se cumplen sólo comprando ropa y calzado hecho en España o Europa. La proximidad garantiza una mínima huella de carbono y el marco legal asegura unas condiciones laborales dignas. También se puede considerar sostenible la ropa reciclada o la de segunda mano.


Recursos Naturales

Los recursos naturales son unos elementos y fuerzas que provienen de la naturales sin ser necesaria la alteración por parte de los humanos (menos, en la implementación de esas fuerzas a la civilización), son unos recursos básicos que han estado siempre presentes y que la humanidad a conseguido utilizarlos para sus beneficios propios.

Llego un momento , en el que tuvimos que discernir los tipos de recursos, ya que estos, podían agotarse y muy rápidamente. En si podemos diferenciar 3 tipos de recursos:



  -Recursos inagotables: son los recursos del futuro, básicamente por que se renuevan naturalmente y son inagotables, encontramos el aire, el agua (usos de la corriente en las presas para la generación de energía eléctrica) y el sol, principalmente.



-Recursos renovables: son recursos que se renuevan naturalmente, pero que, al sobrepasar una determinada cifra de utilización de ese recurso, este ya no podrá auto renovarse y será negativa, podemos decir que el agua y los vegetales.





-Recursos no renovables: son los recursos finitos de este planeta, que tarde o temprano desaparecerán por el uso intensivo de ellos, son por ejemplo los combustibles fósiles, los acuíferos, las energía nuclear y los minerales





La huella ecológica

La definiríamos como la zona de los ecosistemas terrestres y acuáticos productivos requeridos para producir los recursos que consume una población y asimilar los residuos que la misma produce.

Se mide en hectáreas y actualmente hay 11,2 mil millones de hectáreas de espacio biológicamente productivo que corresponde a más o menos una cuarta parte de la superficie del planeta, y esta a su vez se divide en: 1,5 millones de hectáreas de tierras de cultivo, 3.5 millones de hectáreas de tierras de pastoreo, 3.6 millones de hectáreas de tierras forestales y 0,2 millones de hectáreas de tierra urbanizada, teniendo libres 2,4 millones de hectáreas.

Actualmente la humanidad utiliza una media de 1,6 planetas al año, en 2050, utilizaremos 2,5 planteas. Esto es considerado una barbaridad, ya que utlizamos mas de lo que tenemos.